jueves, 3 de diciembre de 2020

Estadísticas y prevalencia

 

Con frecuencia surgen en la infancia alrededor de los 7 años y se da más en varones (4:1); la manifestación inicial más común es el parpadeo forzado. Un tercio de los padres de los niños con tics presentan trastornos psiquiátricos.

En la mayoría de los casos desaparece el síntoma en un periodo que va de pocos meses a 1 ó 2 años, a veces se pueden apreciar trastornos residuales como inquietud, ansiedad y depresión. Existen formas intermedias que se detienen en la adolescencia. En pocos casos, el síntoma persiste convirtiéndose en crónico, lo que es más frecuente en las formas de comienzo tardío que inician en la cuarta o quinta década de la vida.

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