Fruncir las cejas, hacer guiños con los ojos, echar el cabello hacia atrás, mover el cuello como si algo molestara alrededor de él, son ejemplos de algunos de los tics más comunes. Cabe mencionar que no afectan la inteligencia, aunque existen tendencias más obsesivas. Los tics obsesivos van acompañados de un componente ideacional que no existe en otro tipo de tics.
Momentos antes de que ocurran los tics, generalmente las personas con tics son conscientes de ciertos impulsos premonitorios y consumatorios, lo pueden identificar como como una percepción focalizada en alguna parte del cuerpo.
El doctor Juan David Londoño Restrepo nos explica cómo reconocer los tics:
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